Las siguientes imágenes ilustran el trabajo que ha hecho, aunque muchos encuadernadores artesanales se lo pasan por alto, debido precisamente al esfuerzo que eso supone.
Vista del proceso. En la mordaza tiene colocado el libro y con un tubo del mismo calibre que el grosor
El libro de encima está sin lijar. En este caso se ve perfectamente que la curvatura del frente del libro está escalonada. Es perfectamente normal pues cada escalón corresponde a un cuadernillo. Muchos encuadernadores lo dejan así, pero ya veis cómo queda el libro de la parte inferior después de haberlo lijado. Creo que merece la pena el esfuerzo ¿no?. También hay que lijar los laterales para que quede toda la terminación igualada. Lo malo es lo que ocurrió en el libro de abajo, y es que uno de los cuadernillos se desplazó ligeramente hacia adentro, dejando una especie de surco a todo lo largo. Tuvo que rebajar todos los demás cuadernillos para enrasarlo.
Como ya tiene los lomos hechos, ha medido lo que necesita de cabezada y.... ¡le faltan 4 centímetros! así que ha de continuar cosiendo... Siempre lo hace así. Si no tiene el lomo hecho, hace la cabezada un poco escasa, para completar lo que falta cuando tiene las medidas exactas.
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